Si crees que es difícil la
vida y por momentos todo se ve mal cierra los ojos y siente los latidos de tu
corazón. Allí están, uno tras otro.
Concéntrate en ellos... sístole, diástole... Desde que eres un minúsculo ser,
tu corazón no se rinde jamás. Allí está acompañándote en los días alegres, en
las noches... incluso cuando haces nada. Él está allí, ocupado de tus sueños...
de tus miedos, de tus delirios. Date un momento para reconciliarte con tu corazón, con tu
materialidad, que él velará por ti
cuando creas que la angustia te ahoga, cuando creas que morirás de pena. Él
está allí, haciendo equilibrios para sostenerte. Dile "Gracias corazón,
por estar siempre conmigo"
No hay comentarios:
Publicar un comentario