¿Sabes? Sería bueno
que salieras de vez en cuando a tomar el aire de la playa. Estás muy pálido.
Estamos tan cerca ¿Oyes el sonido de las olas que llegan a la orilla?
Bueno, son pequeñas olas. Las
olas verdaderas son las que se elevan
como un edificio. No las he visto, pero me lo has contado tantas veces que
hasta he sentido el salado del mar sobre
mi rostro.
¿Me oyes? Tengo miedo que te guste estar así y poco a poco tu rostro se vaya tornando azulado.
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